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calentamiento del barril, calentamiento por inducción

¿Es mejor el calentamiento del barril por inducción?

Nuestras pruebas en Smart Energy System han demostrado que no solo es mucho más eficiente, sino también mucho más receptivo. El espectacular ahorro de energía, la fiabilidad superior y una respuesta mucho más rápida que las resistencias de calefacción convencionales son algunas de las ventajas que ofrece un sistema de calentamiento por inducción de reciente desarrollo.


SISTEMA DE ENERGÍA INTELIGENTE aplicado al calentamiento del barril

El sistema de calefacción del barril utiliza inducción electromagnética, un principio bien conocido que se utiliza para calentar grandes hornos industriales, máquinas especiales para el moldeo por inyección de metal fundido, moldes termoestables y algunas boquillas japonesas de canal caliente. Sin embargo, es un nuevo concepto para calentar barriles de extrusoras. El sistema, introducido por Bausano, convierte el barril de acero en un calentador de resistencia generando corrientes eléctricas de Foucault en el metal cerca de la superficie exterior del tubo del barril. Esas corrientes de Foucault son inducidas por la corriente eléctrica que pasa a través de un cable envuelto en una bobina continua alrededor del barril pero sin tocarlo.
Aunque el coste inicial es más que las resistencias de calefacción, un sistema de calefacción por inducción se paga por sí mismo de varias maneras, dependiendo del tamaño de la máquina.
Nuestras mediciones indican que la eficiencia calorífica de un calentador de rejilla cerámica puede ser un 10-15 % superior. La energía restante se pierde por radiación y convección al entorno circundante. Por el contrario, las pérdidas de radiación de calentamiento por inducción se reducen mediante los manguitos aislantes, que alcanzan una temperatura de alrededor de un 60–70 °C durante el funcionamiento. 

Las bobinas de calentamiento del barril de inducción de baja resistencia permanecen lo suficientemente frías como para tocarlas.

El calentamiento del barril de inducción puede amortizarse en 18 meses en ahorro de energía.

El ahorro potencial en una fase posterior se debe a la reducción del cableado en máquinas nuevas, a una menor frecuencia de las sustituciones, al ahorro debido a un menor número de resistencias de calefacción de repuesto en el inventario, a la reducción del tiempo de inactividad y a la mejora de la calidad del producto.

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